El día comenzó con comunicaciones libres, entre otras, las del hospital de Yecla, cuyas representantes mostraron el trabajo de fomento de la lactancia que están realizando hace unos años.
Detallaron las medidas que están tomando para lograr que los bebés (los niños en general) puedan estar acompañados por sus familias en todo o casi todo momento en la unidad neonatal. Ante una pregunta del publico la mesa habló sobre la atención respetuosa a la muerte perinatal, y lo mucho que queda por trabajar en ese campo.
Continuamos con la presentación de las Asociaciones de Lactancia de la zona, Lactando, Mamiteta y Mamaespuña, cuyas representantes hablaron desde el corazón pero con una charla llena de profesionalidad y compromiso.
Me impresionó la historia de Lactando, cuya socia fundadora abrió el grupo sola, colgando carteles por las farolas en los que había redactado un pequeño texto del tipo "mujer con varios hijos estaría interesada en formar un grupo de apoyo". Ahora es una asociación con más de 200 socias, repartidas por una zona amplia, por lo que se llevan a cabo nada menos que once reuniones mensuales. Tienen un programa estupendo de madrinas de lactancia y han nombrado a Carlos González, madrina de honor del grupo.
La presentación de Mamiteta estuvo llena de sentimiento, su presidenta se derrumbó cuando habló del origen del grupo, y de su fundadora, la matrona Margarita Luque. Este grupo me recordó mucho a Criant, ya que comenzó exclusivamente con la lactancia y poco a poco ha ido evolucionando, dedicando una de las dos horas que duran sus reuniones, a la crianza en general. Además aprovechan los propios conocimientos o profesiones de las socias para realizar talleres variados, como por ejemplo de bilingüismo o agricultura ecológica.
El último grupo que se presentó, Mamaespuña, dejó huella en el Congreso o al menos la dejó en mí, porque su presidenta habló con un cariño tremendo y una emoción especial de la labor que realizan. Como muestra, estas preciosas frases que nos ofreció con una enorme sonrisa:
"Sara (su hija) cada día me pide que aprenda más", "Siempre estamos intentando huir de nuestro lado animal" o "La madre es un flan de gelatina después de parir". Un maravilla haberlas conocido.
A continuación, tuvimos la mesa redonda "Apostando por el cambio social".
Comenzó hablando Carmen Sánchez, matrona que atiende partos en casa. Empezó diciendo que "sólo se puede elegir desde el conocimiento" y explicó un poco su trayectoria y los motivos que le llevan a trabajar también fuera del hospital. Me llamó la atención que asegurara que ella atendía nacimientos y no partos, ya que la atención debía centrarse siempre en el bebé como protagonista del proceso, y no en la madre, como se suele hacer.
Continuó Ricardo García de León, pediatra y creador de HQTQ (Hasta que tú quieras), una iniciativa que busca el apoyo a la madre que decide dar lactancia materna, de modo que sólo influya en esta decisión su propia voluntad y ningún otro agente externo.
Ángeles Carrasco arrancó aplausos entre el público cuando aseguró que "las matronas debían negarse a recibir maletitas de marcas comerciales" y habló de buenas prácticas en atención primaria.
Por último, Francisco Quiñonero, representante del teléfono 112, habló de las situaciones que se crean cuando reciben una llamada obstétrica de parto inminente sin tiempo de realizar traslado al hospital. La charla comenzó con el beneplácito de los asistentes, ya que empezó diciendo que los niños nacen solos, por lo que el acompañante de la mujer no tiene que hacer nada más que esperar a que eso ocurra. "Las consecuencias de un parto en casa son... ninguna".
Pero conforme iba hablando, su discurso fue dispersándose y mi perspectiva crítica, amplificándose. Describió las indicaciones que por teléfono suelen dar en estas ocasiones para atender la emergencia:
- primero intentan calmar al padre, que suele estar nervioso
- aconsejan crear un ambiente íntimo (hasta aquí todo bien)
- indican que quizá sea mejor que asista el parto una vecina (como si cualquier mujer valiera para acompañar a una mujer de parto y dando por hecho que a la parturienta ni se le pregunta)
- explican cómo extraer al bebé (¿no decía que nacían solos?)
- explican cómo limpiar las vías respiratorias (cuando ya está demostrado que esas prácticas no tienen ningún beneficio y sólo entorpecen el vínculo de la diada madre-bebé)
- por último y como colofón, explican cómo cortar el cordón, a ser posible con tijeras, pero si no se tuviera unas a mano, se puede realizar ¡con un cordón de zapato!
Aquí una gran mayoría del público asistente comenzó a removerse en sus butacas. Para empezar, es de sobra conocida la evidencia científica que a estas alturas ha demostrado el beneficiosísimo aporte de oxígeno y hierro que pasa a través del cordón umbilical con anterioridad al alumbramiento de la placenta. No hay ninguna prisa en cortarlo. Sin entrar en las papeletas para una infección que tiene el hacerlo con un cordón de zapato, pudiendo esperar a que lleguen los servicios sanitarios para realizar un corte aséptico. El turno de preguntas fue de lo más entretenido...
Y por fin llegó Michel Odent, acompañado de su inseparable y eficientísima intérprete Rosa Roca.
Brillante, siempre agudo, comenzó su conferencia de clausura del Congreso hablando de porcentajes de lactancia materna en Europa. Sólo el 25% de los bebés europeos es amamantado con leche humana, como él la llamó, a los 6 meses. Relacionó esta tasa con la fisiología del parto, su especialidad, ya que dos de las hormonas liberadas en los partos respetados intervienen en la producción de LM: las betaendorfinas, que provocan la producción de prolactina; y la oxitocina, gran protagonista del parto y responsable de la eyección de la leche.
En Irlanda, país con peor estadística de lactancia materna de toda Europa, son líderes en el uso de perfusiones de oxitocina sintética, cuyo uso se asocia a una disminución importante de la oxitocina natural.
Odent sentenció que el sistema oxitocínico humano se está debilitando. De hecho, dijo que ya se ha transformado y en cierta forma, atrofiado, por la falta de uso. En Holanda, al parecer, ha habido un incremento preocupante de traslados al hospital en partos que comenzaron en casa y según las estadísticas, las mujeres primíparas tardan en la actualidad dos horas y media más en la primera fase del parto que las mujeres de hace unos cuarenta años.
Las prácticas que han medicalizado el proceso fisiológico que es un parto, han provocado, con las profusiones de oxitocina sintética, que nuestro sistema natural de producción de oxitocina deje de funcionar, deje de ser útil. Cuando un sistema humano deja de usarse, se debilita. Por lo tanto, el homo sapiens se está transformando.
¿Cómo podemos adaptarnos a la nueva situación? Atendiendo las necesidades fisiológicas de las mujeres de parto. "El parto es un proceso involuntario", dijo Odent, controlado por el hipotálamo y la hipófisis. No se le puede ayudar, pero sí se inhibe en los hospitales, con situaciones que estimulan el neocórtex o que generan adrenalina. Frente a esto, lo que un parto necesita es PROTECCIÓN:
- Darle al silencio la importancia que se merece
- Procurar ausencia de luz
- Evitar que la mujer se sienta observada
Odent nos describió un escenario ideal para proteger el proceso involuntario del parto: una mujer dando a luz a oscuras y una matrona experimentada y silenciosa, sentada en una esquina, haciendo punto. Arrancó risas entre el público, que se fueron apaciguando según explicaba el porqué de esta situación ideal: La matrona está sentada y no de pie, para que la mujer no se sienta observada; experimentada y silenciosa, es percibida como una figura maternal protectora y le da seguridad.
¿Y lo de hacer punto? Pues al parecer hacer punto (o cualquier otra actividad de ese tipo, repetitiva) hace descender el nivel de adrenalina. A través del sistema de las neuronas espejo, se nos activa la zona cerebral que la persona que tenemos al lado está usando, por lo que es importante que la persona que asiste un parto tenga un nivel de adrenalina muy bajo y así contagie este estado a la mujer de parto.
Bueno, como veis, fue una conferencia entretenida y tremendamente interesante. ¡Queda tanto por aprender! Y Michel Odent es un gran maestro. Nos invitó a un congreso que tendrá lugar el año que viene en Honolulu, entre cuyas actividades destaca un taller de punto.
Broche personalizado realizado por las anfitrionas del evento, Lactancia Feliz
Sira Montiel
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